Que rabia da el niño que quiere cagar en el baño de Pablito.
Según el orden natural de las cosas. O mejor dicho. Mi orden natural de las cosas. Cada uno debe procurar cagar en su casa. En su casa o dónde le venga en gana. Siempre y cuando no venga a hacerlo a la mía.
Tengo en alta consideración a mi taza del wáter. Y me violenta que cualquiera pueda llegar y cagarse en ella.
No puedo con ese anuncio. Cada vez que veo la cola en la puerta de casa de Pablito, me pongo enfermo. Me imagino a todos esos niños profanando mi trono y me enciendo. Que razón tienen aquellos que dicen que los niños pueden ser muy crueles…´
yo soy el amigo de Pablito ;-)
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