El amigo del amigo del primo del vecino de mi hermano, es un "pagafantas". Pobre chaval. Podría haber sido cualquier cosa en la vida. Tiene cualidades para ello. Pero el destino y su carácter blando le han empujado al peor de los abismos.
Cuando pienso en él, no puedo evitar compadecer a esa pobre alma cándida. Que Madurando a base de boleros y películas de Jennifer Aniston. Y Creyendo que la vida acabaría siendo como una de esas historias de Disney, dónde el buen tipo acaba con la princesa chachi del cuento. Pone la otra mejilla, con una sonrisa en la boca, para que le azoten otro guantazo. El muy imbécil.
Me da rabia. No por la falta de luces del tipo. Por la maldad de la idolatrada caradura de turno. Que con cuatro carantoñas y un par de abrazos, se aprovecha del tipo. Juega con sus sentimientos para sacar todo el provecho que les sea posible. Sin importarle en absoluto el dolor de huevos que ello pueda acarrear. Amén de otros daños emocionales.
Las reglas del juego deberían ser comunes para todos. Aunque para ello haría falta una dosis igual de nobleza por ambas partes. Cosa que se me antoja difícil. Por lo que mejor romper la baraja, pisotearla, y luego cagarse en ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario