lunes, 31 de octubre de 2011

El listo del bar

No es la primera vez que pasa. Y eso hace que mi enojo sea aún mayor. Y conforme le voy dando vueltas, más rabia me da. No puedo evitarlo. Cuando intentan tomarme por primo, me castañean hasta los dientes.
Estoy pasando unos días en el pueblo. Un sitio muy bonico y todas esas cosas que la gente dice de sus pueblos. No hay muchas cosas que hacer por aquí. Y mucho menos una vez se ha puesto el sol. Toda actividad de ocio fuera de casa pasa por pasarse unas horas en el bar. Caña va y caña viene. Gastándose los dineros del PER que no merecen, como diría mi amigo Duran.
Para poder ver a mi antojo el partido de fútbol típico de los domingos por la tarde, me metí en un bar al que no he ido nunca. Lugar tranquilo de pantalla enorme, ideal para colmar mis aspiraciones.
En la media parte del partido pagué las cañas que me había estado tomando, tan ricamente, hasta ese momento. Mi propósito, fumarme un cigarrito a la fresca. Y aquí viene el zarpazo. Me cobran cada caña 30 céntimos más cara de lo que se paga en cualquier bar del pueblo. ¿Por qué? Pues porque el tipo nota que mi acento no es propio de esos parajes. Por lo tanto le importa una mierda ganarme como cliente. Me astilla a sabiendas que mucho no volveré por allí.
Como digo ya me ha pasado en otras ocasiones. En otros bares a los que no he vuelto. Me toca los huevos. No puedo evitarlo. El dinero en este caso es lo de menos. Lo que no llevo bien es la avaricia mal entendida de un gilipollas.

domingo, 16 de octubre de 2011

La moñada del domingo.

¿A qué saben esos besos, que no nos supimos dar?,
ahora que estoy más lejos dime la verdad.
¿A qué sabe este silencio que no aprende a caminar?,
por este pasillo estrecho que tú me das

¿A qué sabe el sentimiento, que en la boca nos quedó?,
arropa este último beso, que esta vez lo pago yo.
¿A qué sabe esa mirada, que no quisimos cruzar?
Cállate y no digas nada, que es mejor mejor callar

Desnudo de sentimiento, te entrego mi rendición.
Mi sensatez, mi tormento, mi vida sin solución.
Te juro que no es lamento, es RABIA de corazón.
El mejor vino que tengo de mi viejo bodegón

¿A qué sabe el pan contigo, si mi hambre no es de comer?
Es hambre de estar más vivo en tu cuerpo de mujer
Pongamos tierra por medio, distancias al corazón
Y el mundo se hará pequeño, quedémonos tú y yo
Que yo no sé pisar el freno, que no me entiendes
Que yo me valgo de tu sudor para engrasar mis ejes
Que ya no tengo ni vida propia, ni tengo suert

¿A qué saben las cosas que se han perdido?
¿A qué saben los besos que no nos dimos?
¿A qué sabe el destierro si no es contigo?
De qué sirve ese pájaro malherido
Las calles de luna estrecha entre tú y yo
Las veces que no supimos pedir perdón
Las noches que se perdieron en tu portal
Las veces que por tus labios pude matar
La iglesia donde no reza mi corazón
La lluvia que no resbala por mi cristal
Las fiestas de vino amargo y de soledad
Los besos que no se compran si no se dan,
la puerta que hemos cerrado antes de entrar,
las páginas del pasado sin escribir....


El Hombre Gancho

domingo, 9 de octubre de 2011

La hipocresía de Durán.

Procuro no hablar de política en este blog. La idea no era esa. Estaba pensado para compartir con la gente aquellas cosas aparentemente sin importancia que me dan rabia. Entiendo que los políticos y sus fechorías nos dan rabia a todos.  Pero hoy no me queda más remedio. O lo hago o reviento por veinte sitios.
El señor Duran, de CIU, ha hecho unas declaraciones algo desafortunadas en las que carga contra el campo andaluz. Concretamente sobre la gente que cobra el PER. Para los que no os hayáis dado cuenta, estamos en periodo electoral.  Y aquí, en Cataluña, les pone cachondos meternese con Andalucía. Por lo visto da votos.
Para empezar, decirle que esas quejas continuas al PP por atacar a Cataluña con fines electorales, quedan a partir de ahora desvirtuadas. Puesto que él ha hecho exactamente lo mismo, solo que con Andalucía. ¿Por qué nunca lo hacen sobre Asturias, Ceuta o Melilla?
Mientras haya un solo ciudadano en Cataluña que cobra el paro y sigue trabajando en negro ¿Cómo se atreve a criticar lo que se hace en otras comunidades autónomas? Cierto que en Andalucía se hace un uso indebido del PER. Como se puede hacer en cualquier otra región española, con el paro, expedientes de regulación de empleo, subvenciones a amigotes, etc...
¿Dónde gasta más dinero el estado? ¿En los PER o en los cientos de ERE que ha aceptado la Generalitat?
¿Está el señor Durán seguro que en el campo catalán todo el mundo cumple la ley? Podríamos dar una vuelta por los campos de Lleida y ver quienes están cogiendo la fruta, y en qué condiciones. Subsaharianos sin papeles. Para ser un poco más explícitos.
Si CIU apuesta por el campo, que se den una vuelta por Almería y tomen nota de cómo la provincia más seca de España, es la que más rendimiento saca a sus tierras. Quizá de esa forma, los agricultores de Lleida podrán hacer que sus productos sean más rentables. Además de ahorrar a todos los catalanes una cantidad desmesurada de consumo de agua.
Por último, y aprovechando que su gobierno nos está privando a todos los catalanes de una sanidad de calidad. Le hago una pregunta al amigo Duran. ¿Quién te trató de cáncer hace unos años? Hipócrita de mierda.

miércoles, 5 de octubre de 2011

La "bebefantas".

El amigo del amigo del primo del vecino de mi hermano, es un "pagafantas". Pobre chaval.  Podría haber sido cualquier cosa en la vida. Tiene cualidades para ello. Pero el destino y su carácter blando le han empujado al peor de los abismos.
Cuando pienso en él, no puedo evitar compadecer a esa pobre alma cándida. Que Madurando a base de boleros y películas de Jennifer Aniston. Y Creyendo que la vida acabaría siendo como una de esas historias de Disney, dónde el buen tipo acaba con la princesa chachi del cuento. Pone la otra mejilla, con una sonrisa en la boca, para que le azoten otro guantazo. El muy imbécil.
Me da rabia. No por la falta de luces del tipo. Por la maldad de la idolatrada caradura de turno. Que con cuatro carantoñas y un par de abrazos, se aprovecha del tipo. Juega con sus sentimientos para sacar todo el provecho que les sea posible. Sin importarle en absoluto el dolor de huevos que ello pueda acarrear. Amén de otros daños emocionales.
Las reglas del juego deberían ser comunes para todos. Aunque para ello haría falta una dosis igual de nobleza por ambas partes. Cosa que se me antoja difícil. Por lo que mejor romper la baraja, pisotearla, y luego cagarse en ella.

domingo, 2 de octubre de 2011

Murphy cabrón

Ocurre muy a menudo. Se ha convertido en una de esas cosas que forman parte de la rutina diaria. Cuando buscas aparcamiento durante un rato y acabas aparcando donde Cristo perdió la sandalia, ves un aparcamiento cerca del sitio al que vas.
Son de esas cosas, que no dejan de sorprender. Por lo habitual que resulta y por la retorcida mala uva del asunto. El pasado jueves, después de hacer un auténtico tour, encontré no uno, cuatro aparcamientos. Dos de ellos, justo delante de mi portal. Imaginad la vena del cuello. Rabia de la buena.
No hay culpables con cara y ojos.  Así que acabas despotricando de la mala suerte y del tal Murphy. Para quedarte a gusto. Por lo menos, que se vea que no estás de acuerdo en como el destino lleva tus asuntos.  Derecho universal a la pataleta y tal.
Sería algo comparable a la tostada que cae del lado que no debe. Del cigarro que te enciendes justo cuando llega el autobús. De la mancha en la camisa cuando necesitas dar buena impresión. El bolígrafo que no escribe cuando quieres tomar una nota rápida de algo que te dicen por teléfono.  O a la lluvia después de lavar el coche.